UNA VEZ MAS: ¡DEBEMOS LUCHAR!

Una vez mas: ¡Debemos luchar!

POR: NEFTALI LOPEZ HERNANDEZ

“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. “

1 Pedro 2: 11-12


Muchas batallas enfrenta el cristiano, y en su mayoría deben ser victorias, pero, es después de la batalla perdida cuando se suscita otra encaminada por el primer fracaso; aquel aspecto de tu vida con el que lidias para no regresar es tu principal campo de guerra; el enemigo aprovecha tu debilidad en este ámbito y lo propicia para tener la facilidad de hacerte caer en su trampa, la cual te arrastrara a continuar con el habito del que intentabas despojarte.

Hay varias estrategias del diablo al intentar llevar a cabo su plan:

1) La añoranza
Sabiendo que en otro tiempo eras esclavo de tus propios deseos y pasiones, arroja un susurro incesante a tu pensamiento cargado de las satisfacciones pasajeras que tal acto acarreaba tras su ejecución, es ahí cuando las imágenes se hacen presentes; Satanás no tiene dominio de tus pensamientos pero manipula las circunstancias para controlar lo que piensas; su susurro te lleva a recordar sentimientos y emociones vinculándose con la imagen que las origino; tus proyecciones mentales estimulan el organismo a tal grado de aproximarse lo mas posible al momento placentero recordado; es así que germina la concupiscencia.

2) Fuerza en si mismo
La capacidad de creer tener la suficiente “fuerza de voluntad” para coquetear con el pecado sin llegar a cometerlo, se basa en la confianza en tus propias habilidades sin la necesidad de pedir ayuda de Dios, regularmente se subestima el pecado con el que luchas y se juega el dominio del mismo. Es caer en el alarde de el poder de Dios sobre ti, sin siquiera haber clamado por el ante la situación; comprobable fácilmente, de haberlo echo seria despojada de inmediato esa actitud fanfarrona.
Se debe tener presente que una batalla espiritual solo se puede enfrentar espiritualmente, y que nuestras fuerzas físicas salen sobrando. Solo el Espíritu Santo es capaz de darnos la victoria si dejamos que tome el control de la situación.



3) Omisión de la repercusión
El recuerdo de la satisfacción del pecado cometido es adornado por el enemigo para opacar el recuerdo del sentimiento de culpa que acarreo tu error, el dolor y la angustia de saberte culpable, y, el vacío que intentaste llenar con un momento de falsa alegría, regresando mas profundo; bueno por mencionar los mas comunes, que pueden conjugarse con la incertidumbre, el reproche a tu persona, y el mas letal de todos la depresión.
En perspectiva el panorama que Satanás presenta es la gota dulce del mar del sufrimiento.

4) Fantasía del buen efecto
El adorno a la realidad pecaminosa que mas utiliza el diablo para su fin es incitar a imaginar un escenario de efecto de pecado tan agradable como la acción, es decir, la construcción de una fantasía en la que el pecado es la base de la felicidad con el simple echo de permanecer sumergido en tal condición.

Para el cristiano la vulnerabilidad de su persona radica en el descuido del área mas pecaminosa de su vieja naturaleza, aquella que mas trabajo costo entregar a Dios; y esto lo sabe muy bien el adversario. Jamás atacara un muro que sabe no puede derribar, sino buscara el lado mas frágil para la embestida.
El descuido llevara a la derrota y esta caída conducirá a una nueva batalla: “por LEVANTARSE”
Cuando el creyente cae de inmediato debe recordar la gracia del perdón y levantarse; Satanás se esforzó mucho por llevarte al suelo y hará todo lo posible por aprisionarte y echara sobre ti cuatro nuevas estrategias para terminar su plan.
1) La culpa
Esta forma de obstaculizar el arrepentimiento puede ser muy eficaz si no se ha comprendido cuando menos la escencia de lo que implica la gracia.
Puede presentarse de la siguiente forma:
a) sentimientos de fracaso.
b) sensación de insignificancia de si.
c) pensamiento de inmerecibilidad del perdón de Dios.

2) El castigo
El temor por una severa represalia por parte de Dios nubla la seguridad del perdón. El pensamiento de canje de castigo por perdón es insustentado por las escrituras, sin embargo las repercusiones del pecado estarán presentes por lo que pueden confundirse con una represalia divina, aunque también Dios en su soberanía tendría todo el derecho de presentar juicio ante la reincidencia al mismo pecado.


3) La justificación
Se busca un motivo que presente como inevitable la acción, echando culpas sobre otros e inclusive negando la presencia del pecado; tras la ejecución es común presentar argumento de victima ante Dios y los demás que pudieron presenciar y tal vez recriminar la transgresión a tu convicción, pero Dios te conoce a la perfección y por lo tanto no puede ser engañado.

4) La duda
Es la forma de evitar que el cristiano tome la mano de Dios para levantarse, es poner en cuestión su relación con el, comenzando con la falacia de: “Si peco, nunca fui un verdadero cristiano y por lo tanto no he sido salvo”Conflictua tu pensamiento para poner en discusión contigo mismo tu fe en Dios y tu conocimiento de el.

ESPERO LES SEA DE BENDICION... NINGUNO TENGA EN POCO TU JUVENTUD

DIOS LES BENDIGA